El honrar al Señor instruye en la sabiduría; para recibir honores, primero hay que ser humilde. Proverbios 15:33 (DHH)
A veces nos olvidamos de mostrar respeto por aquellos a quienes amamos y un pequeño recordatorio es todo lo que necesitamos para expresar nuevamente lo que sentimos.
Pero, ¿qué sucede si usted no puede expresar respeto a una persona que es parte de su vida?
Ya hablamos sobre el poder del enfoque. Es importante centrarse en las características positivas de una persona y no quedarse atrapado en solo ver lo negativo. Pero si usted ha intentado esto y todavía está teniendo dificultades, hay una cosa más que puede hacer.
Por supuesto, no estoy sugiriendo que usted mantenga una relación con alguien que sea abusivo. Estoy hablando de relaciones que se han enfriado, donde el resentimiento o la indiferencia han reemplazado el amor y el respeto que una vez se tuvo.
Piense en lo que sucede cuando un amigo le presenta a otro amigo o colega que respeta. Automáticamente, le da a esa persona un nivel de respeto porque confía en el criterio de su amigo.
Bien, le hago esta pregunta, ¿Dios ama y respeta a las personas que son parte de su vida y a las que usted está teniendo problemas para respetar? ¡Ciertamente que sí! Si cualquiera de estos hubiera sido la única persona en el planeta, Dios todavía habría enviado a su único Hijo Jesús a morir en la cruz por ellos. Si Dios valora a las personas en un nivel tan alto, entonces usted también puede dar a cada uno el grado de respeto que merece.
Usted nunca se arrepentirá de expresar respeto a un familiar o amigo. A veces se necesita un poco de humildad y mucha generosidad, pero siempre vale la pena el esfuerzo.