VISUALICE LA PROMESA

Leon FontaineEntregate

Sino que pone su amor en la ley del Señor y en ella medita noche y día. Salmo 1:2 (DHH)

Cada promesa de la Biblia le pertenece a cada creyente, pero para hacer realidad esas promesas, debemos meditar en ellas y así cambiar las imágenes que tenemos dentro.

La meditación requiere que visualicemos que la Palabra de Dios está activa en nosotros, cambiándonos y cambiando nuestras circunstancias. El versículo de hoy habla sobre esta meditación, y el versículo 3 dice que nos hace prosperar en todo lo que hacemos.

Cuando se menciona prosperidad, la mayoría de las personas piensa en finanzas, pero podemos prosperar en nuestra salud, nuestras relaciones y en cualquier otra área de la vida. Esta prosperidad se produce cuando continuamente declaramos las promesas de Dios, permitiendo que esa Palabra inunde nuestras mentes y creencias, reemplazando pensamientos y creencias negativas con la verdad de las promesas de Dios e imaginándonos a nosotros mismos experimentándolas.

Por ejemplo, digamos que usted enfrenta lo que parece ser una situación imposible en este momento. Quizás es un problema de salud, una crisis de pareja o un problema con sus finanzas que parece no tener respuesta. Usted puede mantenerse en la promesa de Dios que está en Lucas 1:37, que dice: “Porque para Dios nada es imposible”.

¿Cómo se ve el cumplimiento de esta promesa en su vida? Imagínelo en detalle. ¿Cómo se sentirá que se resuelva ese problema “imposible” de salud, se cure la grieta “imposible” en su relación o se pague esa deuda “insuperable”? Imagínelo aquí y ahora, y siga meditando y declarando esa Palabra para usted, porque hará que su fe se incremente para que pueda recibirla.

¡Con Dios, todo es posible, y eso incluye la respuesta a lo que sea que usted esté enfrentando!