Repite siempre lo que dice el libro de la ley de Dios, y medita en él de día y de noche, para que hagas siempre lo que éste ordena. Así todo lo que hagas te saldrá bien. Josué 1:8 (DHH)
Todos necesitamos romper los límites de nuestro pensamiento para caminar en lo mejor de Dios.
Una mujer experimentó este tipo de pensamiento limitado. Con las mejores intenciones, ella planeó que sus hijas empezaran a tener control de natalidad cuando tuvieran doce. Ella imaginó que sus hijas tendrían actividad sexual a una edad temprana, pero el problema es que cuando un padre tiene una visión de esa manera tan limitada, sus hijos son mucho más propensos a tener ese comportamiento.
Sé que hay momentos para ser prácticos, pero esta visión tuvo lugar muchos años antes, cuando sus niñas ni siquiera estaban interesadas en los niños. Al principio de la vida de nuestros hijos, necesitamos desarrollar una visión positiva, una en la que estemos encantados de que nuestros hijos cumplan.
¿Qué tal tener la visión de que nuestros niños se guarden para el matrimonio? ¿Qué tal creer que ellos encontrarán parejas que amen a Dios y tengan la misma visión?
¿Dónde ha tratado el diablo de limitar su forma de pensar? ¿En qué áreas de su vida está tratando de dominarlo? ¿Dónde está usted teniendo dificultades? ¿Es en la manera como usted se ve a sí mismo? ¿Cómo ve a su cónyuge? ¿A sus hijos? ¿Es con una adicción? ¿O usted tiene dificultades para verse con buen estado de salud física o mental?
Libérese de esos pensamientos que tratan de dominarlos meditando en lo que Dios le ha prometido, porque Dios nunca lo diseñó para ser dominado o tener que pasarse la vida luchando. Él lo diseñó para tener fe y visión de una vida bendecida, y experimentar sus promesas.