Ámense sinceramente unos a otros. Aborrezcan lo malo y apéguense a lo bueno. Ámense como hermanos los unos a los otros, dándose preferencia y respetándose mutuamente. Romanos 12:9–10 (DHH)
Expresar lo que usted respeta de sus seres queridos trae grandes recompensas.
Usted tiende a moverse hacia las personas que honra, y aquellos a quienes usted honra también tienden a moverse hacia usted. De esta manera, honrar tiene un efecto poderoso en las relaciones.
Por otro lado, si usted tiene sentimientos de irrespeto hacia alguien y expresa esa falta de respeto, causa distanciamiento en esa relación.
El irrespeto puede construirse fácilmente en las relaciones más cercanas si usted no tiene cuidado. Especialmente si usted es adolescente, podría tener dificultades con esto. Cuando era niño, usted estaba ciego a las debilidades de sus padres, pero ahora está empezando a ver todas sus imperfecciones e inconsistencias. Usted tiene una elección para tomar. Puede concentrarse en sus defectos y pasar por alto todo el amor y esfuerzo que ellos pusieron en su educación, o puede elegir enfocarse en lo mejor de sus padres imperfectos. Si usted se concentra en lo mejor, protege el respeto que tiene por ellos.
Lo mismo sucede con los padres. Puede ser fácil enfocarse en las fallas y flaquezas de sus hijos, pero lo último que usted quiere hacer es perder el respeto por ellos. Recuerde valorar sus puntos fuertes y expresar todo lo que respeta de ellos, porque el honrarlos hará que usted se acerque más a ellos y que ellos se acerquen más a usted.
Construya relaciones fuertes enfocándose en lo bueno. Recuerde todo lo que usted ama y respeta de los seres más cercanos a usted y hágales saber cómo se siente, así se construirán mejores relaciones.