En mi corazón se agita un bello tema mientras recito mis versos ante el Rey; mi lengua es como pluma de hábil escritor. Salmo 45:1 (NKJV)
Durante los últimos días, hemos estado discutiendo el poder de la lengua. Lo que decimos es clave porque ayuda a formar los sueños y las visiones que tenemos en nuestros corazones, que dan forma a nuestro futuro.
El versículo de hoy compara nuestra lengua con la pluma de un escritor, escribiendo nuestros sueños en nuestros corazones como un escritor elige como escribe su propia historia. Si todo lo que declaramos son problemas, lo que está mal con nosotros y el mundo, y nunca nada cambia, formamos una visión muy negativa para el futuro. Y el problema es que tendemos a avanzar hacia la visión que tenemos en nuestros corazones.
La buena noticia es que podemos aprovechar el poder de la lengua. A Satanás le gustaría usar su poder contra nosotros, pero la única manera en que puede hacerlo es influenciándonos a hablar de mentiras, medias verdades, dudas, desesperación y desesperanza. Él quiere que digamos que el problema no puede resolverse o que el diagnóstico es demasiado malo. Él quiere que nuestro enfoque esté en las probabilidades que se acumulan contra nosotros. Pero nosotros podemos elegir centrarnos en la verdad.
La verdad es que cada problema puede ser resuelto porque tenemos sabiduría, favor y todo lo que necesitamos en Cristo para resolverlo. La enfermedad no tiene derecho a estar en nuestros cuerpos. ¡Ningún diagnóstico está fuera del alcance del poder sanador de Dios, y como creyentes, ese poder está dentro de nosotros en Cristo!
¡Usted tiene que declarar lo que la Palabra de Dios dice! Al declarar sus promesas llenas de esperanza, ¡usted escribe visiones y sueños inspirados por Dios en su corazón que darán forma a su vida!