Yo estoy contigo; voy a cuidarte por dondequiera que vayas, y te haré volver a esta tierra. No voy a abandonarte sin cumplir lo que te he prometido. Génesis 28:15 (DHH)
Como padres, fue una tremenda alegría para mi esposa Sally y para mí ver a nuestros niños pequeños dar sus primeros pasos. Los animábamos estableciendo zonas seguras para que ellos pudieran rodar sin lastimarse, y cuando caían, los levantábamos y los animábamos a intentarlo de nuevo.
Sentíamos un gran amor y orgullo de compartir su experiencia de esos primeros pasos. Creo que esto es similar a cómo se siente Dios cuando experimentamos cosas nuevas. Él quiere que exploremos nuestro potencial, vivamos al máximo, descubramos nuestros talentos, construyamos relaciones amorosas y alcancemos nuestros sueños. Él está pletórico de alegría y amor cuando experimentamos la increíble vida que Él creó para nosotros.
Pero aquí es donde las cosas se ponen borrosas para muchas personas. Ellos no experimentan la vida que Dios quiere, porque ellos no lo experimentan a Él en sus vidas cotidianas. Algunos creen que Dios está enojado o juzgándolos por errores pasados y, por lo tanto, evitan buscar una relación con él.
Pero al igual que un padre que ve a su niño pequeño tropezar y caer, Dios nunca está enojado con nosotros. La Biblia nos dice que este mundo ha caído, pero en medio de nuestro mundo imperfecto, Dios ama, perdona y siempre quiere lo mejor para nosotros.
Cuando usted pasa tiempo con Dios y está dispuesto a recibir Su dirección en su vida diaria, usted tendrá nuevas experiencias con Dios.