y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia, una vez que ustedes obedezcan perfectamente. 2 Corintios 10:6 (DHH)
La Biblia nos enseña en 2 Corintios 10:3-6 que hay un proceso para tratar con nuestros pensamientos. Si usted no hace frente a un pensamiento negativo, este se convierte en un argumento. Usted en su cabeza, comienza a discutir consigo mismo sobre este pensamiento y empieza a desarrollar teorías y razonamientos. Su imaginación se llena con un concepto o teoría equivocada, que se opone a la verdad de la Palabra de Dios.
Para evitar esto, debemos seguir estudiando y declarando la Palabra de Dios. Al declararla, esta llega a nuestro corazón, donde las creencias correctas pueden expulsar creencias equivocadas que se encuentran profundamente arraigadas.
En la medida en que usted se alimente de la Palabra de Dios todos los días y la declare, usted descubre la verdad acerca de si mismo en Cristo. Jesús derrotó la maldición que acompañaba al pecado, nos hizo justos con Dios como un regalo no merecido, y usted es bendecido y tiene el favor de Dios por lo que Jesús logró a través de la cruz. En la medida en que estas revelaciones comiencen a afianzarse, usted será llevado a un nivel completamente nuevo de alegría y paz.
El versículo de hoy dice que debemos estar preparados para castigar nuestra desobediencia cuando se cumpla nuestra obediencia. ¿Qué significa esto? Bueno, si usted entiende que la justificación es un regalo, cuando surja la idea de que Dios no lo va a sanar porque usted no hizo algo lo suficientemente bien, usted puede descartar ese pensamiento de inmediato. Esos son pensamientos desobedientes porque no son precisos según el nuevo pacto que Jesús hizo por nosotros.
Cuando usted comienza a establecer su corazón en la Palabra de Dios y Su gracia, usted sabrá cuando surjan pensamientos desobedientes, y podrá expulsarlos de inmediato.