En Cristo, Dios nos había escogido de antemano para que tuviéramos parte en su herencia, de acuerdo con el propósito de Dios mismo, que todo lo hace según la determinación de su voluntad. Y él ha querido que nosotros seamos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que todos alabemos su glorioso poder. Efesios 1:11-12 (DHH)
Una de las mejores maneras de mantenerse alentado en la vida es vivir con un propósito. Cuando las cosas se ponen difíciles y usted enfrenta problemas, tener un propósito en el que usted crea puede ayudarle a sobrellevarlos, especialmente si estamos hablando de la causa de Cristo.
Muchas veces no queremos escuchar que vivir por la causa de Jesús es la clave. Creemos en las mentiras que dicen que si usted construye su propia vida y se divierte, será feliz. Sin embargo, si todo lo que hacemos es comer, beber, estar contentos y buscar la buena vida, esto nos lleva a tener un vacío porque estamos dejando de lado los propósitos de Dios.
Servir a Jesús nos da un propósito. Él nos ha llamado a guiar a otros hacia Él y a hacer discípulos. ¿Por qué su causa supera a todas los demás? Debido a que las organizaciones benéficas pueden alimentar a los pobres, los grupos activistas pueden iniciar cambios, un buen gobierno puede implementar sistemas y estructuras, pero ninguno de estos puede cambiar el corazón de ni siquiera una persona. Solo Jesús puede hacer eso, por lo que debemos llevar la esperanza que se encuentra en él al mundo.
Si usted desea mantenerse animado, viva su vida con un propósito, un propósito que esté ligado a la causa de Cristo. No digo que todos necesitemos ser pastores y misioneros. Usted puede involucrarse justo donde está simplemente siendo amable con los que le rodean y compartiendo su historia de cómo Jesús cambió su vida.