Cristo nos rescató… Esto sucedió para que la bendición que Dios prometió a Abraham alcance también, por medio de Cristo Jesús, a los no judíos; y para que por medio de la fe recibamos todos el Espíritu que Dios ha prometido. Gálatas 3:13-14 (DHH)
¿Alguna vez siente que no puede abrirse paso en un área determinada de su vida? Tal vez usted haya intentado salir adelante financieramente, pero no puede liberarse de las deudas. O tal vez siempre parece elegir a los “malos” cuando se trata de amigos o relaciones amorosas.
Cuando luchamos constantemente en un área de la vida, tenemos que echar un vistazo a nuestras creencias en esa área. Usted puede tener creencias erróneas que le están impidiendo cumplir con lo mejor de Dios para usted.
De hecho, todos tenemos creencias incorrectas que debemos rechazar y reemplazar con lo que Dios dice. Para reemplazarlas, necesitamos trabajar continuamente para comprender quiénes somos en Cristo.
Jesús murió en su lugar y le dio los derechos y privilegios de un hijo de Dios. En Él, usted es una nueva creación, nacido de Dios, con derecho a Sus bendiciones y promesas, y fortalecido por Su Espíritu. ¡Esta realidad cambia todo!
Gracias a Jesús, usted es salvo de la muerte espiritual, así como de la pobreza y la enfermedad. Eso es lo que incluye la salvación, así como cualquier otra promesa que Dios haya hecho. De acuerdo con nuestro versículo de hoy, la bendición de Abraham es suya, y a usted se le ha dado vida en abundancia, hasta que se desborde (Juan 10:10, AMP).
¡Cuanto más se dé usted cuenta de quién es en Cristo y de las promesas a las que tiene derecho en Él, más avanzará hacia la superación de cada lucha y retroceso!