Y acontecerá que en los últimos días, dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; los hijos e hijas profetizarán, los jóvenes verán visiones, los ancianos soñarán sueños. Hechos 2:17 (NKJV)
¿Alguna vez usted ora por la próxima generación? Ya sea que usted tenga o no hijos propios, e incluso si usted es una persona joven, todos tenemos la responsabilidad de mantener a la siguiente generación en la fe.
Junto con la juventud vienen muchas tentaciones. Nuestros jóvenes necesitan que nos mantengamos firmes por ellos, y una forma en que podemos hacer esto es reclamando la Palabra de Dios sobre sus vidas.
Hechos 2:17-18 es una gran pieza de escritura para reclamar promesas para los jóvenes. Dice que Dios derrama Su Espíritu sobre todas las personas: nuestros hijos e hijas profetizarán y verán visiones. Digamos esto hoy: “Padre, gracias por tu promesa de derramar tu Espíritu sobre nuestros hijos. ¡Yo reclamo esta promesa con fe, creyendo que ellos elegirán ser guiados por tu Espíritu Santo en sus vidas diarias!”
1 de Juan 5:18 es otra gran promesa para declarar por los jóvenes creyentes en su vida, especialmente si parecen alejarse de Dios. Dice: “Sabemos que el que ha nacido de Dios no está en pecado; Jesucristo que nació de Dios, lo protege, y el malvado no lo toca”. Pida esto conmigo ahora mismo, Padre, gracias porque (los nombres) te han entregado sus vidas. Debido a que son tuyos, puedo cumplir la promesa de que no continuarán pecando. ¡Gracias por protegerlos del maligno y mantenerlos a salvo!