Sin Límites

Leon FontaineEntregate

Su poder divino, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda. Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas. 2 Pedro 1:3-4 (NKJV)

 

No hay límite sobre el poder que los creyentes tienen en Cristo para cambiar y crecer, pero tenemos un enemigo que no quiere que nos demos cuenta de lo ilimitados que somos. Echemos un vistazo de cómo Satanás trata de detener el desarrollo de nuestro potencial usando una táctica que utilizó justo desde el Jardín del Edén.

Cuando Adán y Eva estaban en el jardín, no les faltaba nada. Vivían sin temor, enfermedad o dolor, tenían un propósito en sus vidas y estaban en comunión con Dios todos los días. Entonces, ¿cómo tentar a alguien que lo tiene todo? Usted los convence de que están perdiendo algo. Satanás convenció a Eva de que si desobedecía a Dios comiendo el fruto prohibido, ganaría lo que le faltaba: finalmente sería como Dios (lo cual, de hecho, ya lo era porque fue hecha a su imagen).

Las tácticas de Satanás no son diferentes hoy en día. Todavía él trata de convencernos de lo que nos falta, no quiere que nos demos cuenta de que lo tenemos todo en Cristo.

Ya hemos recibido todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad. Tenemos el poder de amar moralmente, de vivir con alegría y paz, salud y prosperidad, y estar libres del pecado. Tenemos lo que se necesita y las promesas de Dios ya son nuestras. No nos falta nada; ¡A lo que tenemos acceso en Cristo es ilimitado!

¡En los próximos días vamos a seguir hablando de esto para que podamos darnos cuenta de lo ilimitadas que son las promesas y provisiones de Dios para nuestras vidas!