Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, al glorioso Padre, que les conceda el don espiritual de la sabiduría y se manifieste a ustedes, para que puedan conocerlo verdaderamente. 18 Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo, Efesios 1:17-18 (DHH)
Usted puede pensar en las personas cercanas a las que se aplica esta frase: “No veo cómo ALGÚN DÍA ellos llegarán a conocer a Cristo”. Si eso es cierto, hoy lo reto a que trabaje en eso. Después de todo, hay poder en lo que usted cree.
Hay una razón por la cual los cristianos son llamados creyentes. A través de Cristo, hemos recibido autoridad en este planeta: la autoridad para atar lo que está atado en el cielo y desatar lo que está desatado en el cielo. Tenemos la autoridad para declarar la Palabra de Dios y ver que se cumpla. Esto no es solo nuestro derecho, sino que es nuestro deber.
Entonces… lo desafío a que visualice a esa persona a salvo.
Usted no tiene que imaginarse cómo van a venir a Cristo. Eso no depende de usted. Imagínelos sirviendo a Dios. Imagínelos adorando, diciendo la oración de fe, o simplemente orando en silencio.
Si ellos son miembros de su familia, usted puede reclamar Hechos 16:31 sobre ellos: “Cree en el Señor Jesús, y obtendrás la salvación tú y tu familia”(DHH). Diga algo como esto: “Gracias, padre, porque debido a que yo creo, ¡toda mi casa se salvará! Estoy afirmando esto en fe y puedo imaginarlo ahora: ¡cada miembro de mi familia lo está sirviendo!”
Ya sea que sean miembros de su familia o no, medite y reclame Efesios 1:17-21 sobre ellos, diga: “Padre, gracias por dar a (nombres) el Espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento tuyo y por abrir sus corazones para ver tu verdad y ¡la esperanza que se encuentra en ti!”