Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Este si produce una cosecha al treinta, al sesenta y hasta el ciento por uno.
Mateo 13:23 (NKJV)
¿Alguna vez se desanima cuando usted está creyendo en algo?
Tal vez usted se ha mantenido en una promesa por un tiempo, y todavía no ve ninguna evidencia de que suceda en su vida. Es fácil desanimarse cuando esto sucede, pero manténgase fuerte. Jesús compara su reino con sembrar semilla en la tierra en Mateo 13.
Cuando usted planta una semilla en buena tierra, no tiene que hacerla crecer.
Siempre y cuando usted le provea a esa semilla sol, agua y buen suelo, esta hará aquello para lo que fue diseñada. Cosechará.
Lo mismo es cierto con la Palabra de Dios, que es la semilla que plantamos en nuestros corazones a través de la lectura de la Biblia y la meditación bíblica. No tenemos que hacer que produzca. Nuestra única responsabilidad es sembrarla y mantener la condición de nuestros corazones para el crecimiento.
¿Qué significa esto exactamente? Bueno, en Mateo 13 Jesús nos da tres condiciones que impiden el crecimiento y luego uno que lo alienta. La Palabra de Dios no crecerá en nosotros sí: 1. No la entendemos (versículo 19). 2. No seguimos establecidos en la Palabra de Dios y Sus principios (v. 21). 3. Nos dejamos atrapar por los afanes de este mundo y el engaño de sus riquezas (versículo 22).
Jesús nos da la clave para que la Palabra de Dios crezca y de fruto en el versículo de hoy: Es el ¡entendimiento! Este viene al estudiar la Palabra de Dios y escuchar la enseñanza con confianza, pidiendo al Espíritu Santo sabiduría.
Siempre busque entender porque lo que usted entiende, nunca le puede ser robado.