No griten. De hecho, ni siquiera hablen, ni el más mínimo murmullo hasta que me oigan decir: “Griten!” Joshua 06:10 (MSG)
¿Estás pasando por un momento difícil?
Puede ser muy frustrante tener fe en algo cuando aquello por lo que usted está orando no parece estar en camino. Va a tener días en los que siente que se da por vencido. Pero yo quiero que recuerden algo realmente importante en esos momentos: siga hablando la Palabra de Dios.
Dios prometió a los israelitas la ciudad de Jericó, pero no rompieron sus murallas de forma inmediata. Dios les dio instrucciones para marchar alrededor de la ciudad todos los días durante siete días seguidos. En el séptimo día, después de marchar alrededor siete veces, todo el pueblo se puso a gritar, y las paredes cayeron al suelo. Sin embargo, durante ese período de siete días, tenían instrucciones estrictas: no digan una palabra.
Eso debe haber sido una vista misteriosa, dar vueltas y vueltas alrededor de la muralla, sin decir una palabra. ¿Por qué no podían hablar? Le voy a decir por qué. Es probable que las personas hubieran comenzado a quejarse y decir cosas como: “Esto nunca va a funcionar.” Era mejor no hablar, porqué las palabras tienen un impacto muy poderoso.
Si las cosas son difíciles en este momento, usted va a querer desahogarse. Hasta cierto punto, es necesario hablar con otros acerca de lo que está pasando. Sólo asegúrese de que usted permanezca en la fe. No dé más poder a sus dudas. Lleve la conversación de vuelta hacia lo que le ha sido prometido, y asegúrese de que la gente en la que ha decidido confiar permanezca en la fe con usted.
¡Escoja personas que lo escuchen, lo redirijan, y luego permanezcan a su lado con fe esperando la respuesta!