Mándales que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas obras y que estén dispuestos a dar y compartir lo que tienen. Así tendrán riquezas que les proporcionarán una base firme para el futuro, y alcanzarán la vida verdadera. 1 Timoteo 6:18-19 (DHH)
Mientras observaba a mi hijo Zachary jugar al fútbol, se me ocurrió una idea. En el fútbol, hay dos tipos de jugadores. La línea ofensiva que busca la manera de mover el balón para llegar a la línea de gol. Y el papel de la línea defensiva no es anotar; es evitar que el otro equipo anote.
Cuando el equipo contrario está ganando terreno, es hora de ir a la defensiva. Sin embargo, ¿qué pasaría si un equipo solo jugara en su línea defensiva? Nunca anotarían y nunca ganarían un juego.
Es necesario salir de la línea defensiva; todos nos sentimos atacados a veces. Pero no podemos permanecer atrapados allí si queremos avanzar. Mantenerse a la defensiva significa que usted está atemorizado, siempre vigilando al diablo. Usted no puede creer que Dios tiene grandes cosas para usted, cuando está enfocado únicamente en defenderse de los ataques.
¿Está usted pasando demasiado tiempo a la defensiva? Declare la Palabra de Dios cuando sienta que está siendo atacado, pero comience la ofensiva declarando Sus promesas sobre su futuro. Sea proactivo con sus oraciones. Otra buena manera de luchar de manera ofensiva es hacer el bien a los demás, incluso cuando se está siendo atacado. ¿Por qué simplemente luchar contra el diablo para cuidar su terreno? En vez de eso, empújelo con todo lo que tiene, siendo una bendición para alguien, incluso cuando se están enfrentando múltiples problemas.