Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre de mi madre.
Salmos 139:13 (DHH)
Cuando Dios lo creó, Él formó sus partes internas, y esta creación interior no incluye estructuras físicas como los huesos, ligamentos y órganos. Dios lo moldeó también con tendencias naturales, dones y deseos.
Usted puede estar consciente de algunos de los dones y deseos que Él le ha dado, pero hay muchos más que aún no ha descubierto. Algunos se muestran con el tiempo, en ciertas etapas de su vida. Por ejemplo, no muchos chicos que tienen ocho o nueve años tienen el deseo de casarse, pero si usted les da unos pocos años, ¡las cosas cambian!
El hecho es que usted descubrirá nuevos sueños, dones y deseos, a lo largo de su vida. Dicho esto, usted puede estar empujando estos deseos fuera de su consciencia.
Necesita saber que Dios quiere que usted resucite esos sueños y deseos.
Por ejemplo, usted podría haber tenido un profundo deseo de tener una familia, pero si fue lastimado en una relación, usted podría reprimir ese deseo. Si en el pasado luchó para perder peso, podría hacer a un lado el deseo de estar saludable. O si pasó por momentos realmente difíciles en el área financiera, podría haber dejado de soñar con el éxito económico.
Sepa esto: siempre que Dios coloque un deseo en usted, Él también le da todo lo que necesita para llevar a cabo ese deseo siguiendo Su camino. Usted todavía necesitará dedicar el tiempo y esfuerzo requerido, pero Él no le dará una pasión por algo que usted no tenga esperanzas de alcanzar.
¿Qué sueños y deseos ha puesto de lado? Es hora de comenzar a dar pasos para alcanzarlos. Recuerde: a través de Cristo, ¡usted está empoderado para lograr los sueños que Dios le ha dado!