Pero fue traspasado a causa de nuestra rebeldía, fue atormentado a causa de nuestras maldades; el castigo que sufrió nos trajo la paz, por sus heridas alcanzamos la salud. Isaías 53:5 (DHH)
Para prepararnos para la Pascua de este año, hemos comenzado una serie que cubre cinco cosas que Jesús logró a través de la cruz. Hablemos hoy de la paz que Él hizo posible para nosotros.
A menudo nos sentimos culpables cuando hacemos algo mal. Esta culpa es normal; es una respuesta apropiada cuando conscientemente hacemos algo que no deberíamos hacer. Sin embargo, a veces las personas viven con esta culpa continuamente, incluso cuando no han hecho nada malo.
Este estado de culpa y vergüenza perpetuas no se trata de sentir que hemos hecho mal; se trata de sentir que SOMOS malos. Es un problema de identidad, y debemos darnos cuenta de que hemos sido liberados en Cristo.
Romanos 8:1 lo deja claro: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. ¿Por qué? Debido a que Jesús pagó nuestra deuda, tomó nuestro juicio y en Cristo, no somos malos, ¡Él nos ha hecho justos con Dios! ¡La culpa fue puesta en Jesús para que usted pudiera tener paz en su vida!
¿Cómo se siente recibir esta paz que Cristo provee? Es un conocimiento de que usted es perdonado y aceptado. Es una confianza en el hecho de que Dios lo ha perdonado y autorizado a hacer lo correcto y que las cosas van a estar bien; es saber que usted es amado y protegido y que Dios hará todo para su bien. Es una liberación de ese sentimiento de fatalidad inminente o juicio que produce la culpa y la vergüenza.
Pero si caminamos en la luz como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado. 1 Juan 1:7
Esta Pascua, medite en la paz que usted tiene en Cristo. Como creyente, usted es justo con Dios. Hay paz entre ustedes No importa lo que suceda, Él está para su bien, y usted puede relajarse y tener confianza en Su amoroso cuidado.