Gracia y paz sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.
2 Pedro 1: 2 (NKJV)
¿Le gustaría más paz en su vida?
Podemos pensar que la manera de lograr más paz es pedírsela a Dios, pero la verdad es que, cuanto más pedimos paz, parece que menos paz experimentamos. Esto se debe a que pedir paz nos lleva a enfocarnos en nuestra falta de paz. Y cuanto más usted se enfoca en lo que le falta, más de aquello que le falta usted experimentará.
Por otro lado, cuanto más usted se enfoque en Jesús, el Príncipe de la Paz, en lo mucho que él lo ama y todo lo que él ha hecho por usted, más gracia y paz se multiplicarán en su vida.
Usted puede ahogar emociones negativas, basadas en el miedo como la ansiedad y la preocupación a través de anularlas con emociones positivas, basadas en el amor como alegría y paz. Como enseña 1 Juan 4:18, el amor echa fuera el temor. Pero ¿qué significa esto? ¿De qué clase de amor se está hablando en este versículo? ¿Es nuestro amor por Dios? ¿Nuestro amor por los demás?
En realidad, el amor que nos hace libres es el amor de Dios.
A medida que nos centramos en el amor de Dios por nosotros, podemos superar el miedo. Comenzamos a experimentar la paz de Dios, y como hecha fuera el temor, la ansiedad y la preocupación. Estas emociones de miedo arraigado comienzan a ocupar menos espacio en nuestra mente, y son reemplazadas por una paz que sobrepasa todo entendimiento humano.
El amor de Dios por usted es tan grande que nunca va a entenderlo por completo. Concéntrese en su amor y los planes impresionantes que tiene para su futuro y va a superar el miedo. ¡Y recuerde, Jesús es el Príncipe de la Paz y vive en usted!