Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. Romanos 10:10 (NKJV)
¿Usted quiere más esperanza? ¡No se concentre en todas las cosas que no puede hacer!
Usted se imagina, si una niña de cuatro años saca sus pinturas y su padre le dice: “Tú no puedes colorear en las líneas todavía. ¿Qué le hace pensar lo que si puede pintar?”
Un niño que crece con la constante recordación de lo que es incapaz de hacer, se dirigirá al mundo desesperanzado y temeroso. Por eso la religión legalista es tan terrible; nos recuerda lo que estamos haciendo mal, lo cual destruye la esperanza y la alegría. Provoca que la gente se rinda porque sienten que nunca estarán a la altura del estándar imposible de la religión.
Necesitamos volver al Evangelio, a la BUENA nueva de Cristo.
El versículo de hoy resume el Evangelio. Dice que hemos sido justificados con Dios, a través de creer en nuestros corazones y profesar con nuestra boca. Aquí está lo que hay que tener en cuenta, no dice que nuestro rendimiento esté involucrado.
No me malinterprete. Hay un lugar para el desarrollo de la habilidad y el rendimiento, pero el buen comportamiento no puede hacer que usted se gane las bendiciones de Dios. Este nuevo pacto es sobre confiar y depender de Jesús.
El Evangelio no se trata de lo que usted hace; ¡es acerca de lo que Jesús hizo! Si usted quiere más esperanza, si quiere vivir la vida que está soñando, acoja las buenas nuevas del Evangelio. Reciba el amor y la aceptación que Dios tiene por usted, y Cristo en usted le dará el poder para cambiar, crecer y amar esta vida que Él le ha dado.