Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos; Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna. Aplastarás al león y a la víbora; hollarás fieras y serpientes.
Salmo 91: 11-13
¿No es increíble que tenemos la capacidad de reclamar las promesas de Dios sobre nuestras vidas y comenzar a caminar en todas sus maravillosas bendiciones?
De acuerdo con el Salmo 91:11, usted puede decir: “Gracias Padre por ordenar a tus ángeles que me cuiden en todos mis caminos. ¡Yo reclamo esta promesa sobre mí y mi familia ahora y por generaciones venideras!”
El Salmo 91:13 continúa diciendo que nosotros como creyentes estamos tan protegidos, podríamos incluso tratar con leones y serpientes venenosas y no ser heridos. Es difícil de creer, pero algunos cristianos deliberadamente toman riesgos con serpientes venenosas como una prueba de su fe. Pero este versículo no nos está diciendo que hagamos cosas tontas poniendo en riesgo nuestra seguridad.
Lo que está diciendo de una manera pintoresca y hermosa es que usted no tiene que temer por su familia. No se acueste en la noche preocupado. No tiene que permitir que ese miedo crezca. Sepa que si usted o su familia tiene que pasar por alguna situación peligrosa, usted tiene la protección de Dios.
Y basado en los versículos 14 a 16, usted también puedes decir: “Te amo, Padre. Gracias por rescatarme y protegerme tanto a mí como a mi familia. Cuando nosotros te llamamos, tú nos contestas. Tú estás con nosotros en tiempos difíciles, y tú nos liberas. ¡Tú nos das larga vida y salvación! Danos la sabiduría que necesitamos para seguir tu ejemplo. ¡Gracias!”