Efesios 1:4 (VOZ) Dios nos eligió para tener una relación con Él, incluso antes de la creación del mundo.
En el ajetreo de la vida cotidiana, pasar tiempo con Dios a menudo puede caer en el último lugar de la lista de cosas por hacer. De hecho, puede comenzar a sentirse como una tarea más que usted debe hacer.
Si usted se ha estado sintiendo de esta manera últimamente, puede ser porque usted ha tenido pensamientos equivocados. Usted no pasa tiempo con Dios para beneficio de Él o para apaciguarlo de alguna manera; ¡Usted pasa tiempo con Dios porque eso lo beneficia a usted!
Tal vez usted haya olvidado lo energizante e inspirador que es pasar tiempo con Dios y leer Su Palabra. O tal vez usted ha complicado demasiado las cosas y ha convertido algo hermoso y natural en un ritual con el que se aburre.
La verdad es que el tiempo con Dios puede ser tan natural y normal como el tiempo con cualquier amigo.
Aunque usted no puede verlo, puede hablar con él usando un lenguaje natural y cotidiano. Es posible que no escuche una voz audible, pero puede obtener una idea de Sus respuestas en su interior, similar a un presentimiento. Otra forma en que usted puede sentir su guía es a través de una sensación de paz en torno a una determinada dirección o decisión. Él también lo guía a través de Su Palabra. Ciertos conceptos saltan hacia usted cuando los lee, o vienen a la mente cuando usted tiene que tomar una decisión.
En lugar de hacer que el tiempo con Dios sea una tarea ardua en su lista de cosas por hacer, intente simplemente hablar con Él periódicamente en la medida en que usted avanza en su día hoy. Él se preocupa por todo lo que usted está haciendo y quiere guiarlo en su vida diaria.