pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra. Hechos 1:8 (DHH)
Nuestro pensamiento es a menudo muy limitado cuando se trata del poder del Espíritu Santo en nosotros.
Tomemos el versículo de hoy, por ejemplo. Yo solía pensar que el poder del Espíritu Santo en mí era sólo para compartir a Jesús y poner las manos sobre la gente. Pero cuando estudié el significado completo detrás del poder al que Jesús se estaba refiriendo en este versículo, ¡hizo volar mi imaginación!
Sí, es un poder para realizar milagros. Como creyentes, tenemos autoridad en Cristo sobre enfermedades, dolencias y opresión demoníaca, tenemos la milagrosa protección de Dios sobre nuestras vidas. Pero este poder se aplica a mucho más.
El Espíritu Santo también nos da el poder para soportar la tentación y para vivir bien. Incluso si usted fue educado en un mal ambiente, le da poder hoy para vivir bien. Y aunque muchas personas dicen que el dinero corrompe, su poder en usted puede hacer que usted se levante financieramente para ser una bendición para los demás y para crecer en influencia sin que ese éxito contamine su moral y sus valores. ¡Nuestro Dios es mucho más grande que eso!
Este poder del Espíritu Santo en ustedes no está reservado para la curación y la predicación. Lo unge para los negocios, le da poder para manejar a la gente, le ayuda a ganar influencia y le da poder para ser creativo con sus finanzas.
Dios quiere que usted piense en grande. Su poder en usted abarca mucho más de lo que nos damos cuenta, y está ahí para ayudarle a levantarse en cada área de su vida.