Pida Protección Hoy

Leon FontaineEntregate

El que habita al abrigo del Altísimo, se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: “Tú eres mi refugio y mi fortaleza, el Dios en quien confío”.

Salmo 91: 1-2

 

Durante los próximos días, vamos a estudiar el Salmo 91, porque una vez que usted entienda lo que promete, cambiará su vida.

 

El versículo 1 comienza mostrándonos que necesitamos colocarnos bajo la protección y la bendición de Dios.

 

Si usted quiere estar bajo la sombra de alguien, usted tiene que acercarse. Así que si usted quiere estar bajo la sombra de Dios y morar en su refugio, tiene que conocer a Dios. No es que usted esté tratando de ganar el derecho de estar a su lado. Usted tienes ese derecho en Cristo, por lo que simplemente significa acercarse a él a través de leer su Palabra para descubrir su carácter y valores.

 

Observe cómo empieza el segundo versículo. Dice: “Yo le digo al Señor”. Esto es importante. No dice: “Pensaré”, o “Yo creeré en el Señor”. Pensar y creer también son importantes, pero este versículo pone de manifiesto el poder de nuestras palabras.

 

¿Por qué usted necesita decir que Dios es su refugio, su fortaleza, su Dios en quien confía? No es porque Dios lo olvidó o es renuente. ¡No! Cuando usted declara en voz alta la Palabra de Dios, usted le hace frente al temor y a las creencias erróneas. Usted afirma la Palabra profundamente en su corazón.

 

Y cuando su corazón comienza a afirmarse en la Palabra, la fe se eleva y los milagros suceden.

 

Vivir bajo la protección de Dios es simple. Sólo siga conociéndolo y declarando sus promesas de protección y provisión para su vida. Diga: “Tú eres mi refugio y fortaleza, Padre. ¡Estoy a salvo bajo tu protección!