Regocijaos en el Señor siempre. Una vez más voy a decir, ¡regocijaos!
Filipenses 4: 4 (NKJV)
No sea conformista con la manera en que el mundo piensa, con todo su miedo, codicia, ofensa y egocentrismo. Si alguien le hace daño, es posible que tenga el “derecho” a estar ofendido, pero usted necesita considerar las consecuencias.
Los estudios nos dicen que muchas enfermedades parecen tener su origen en un constante enfoque en lo negativo. Estos pensamientos lo mantienen fuera de la paz de Dios y provocan desequilibrios en su cuerpo que tienen el potencial de causar enfermedades.
La ciencia está finalmente comprobando lo que la Biblia ha estado diciendo desde hace miles de años. ¡Sus pensamientos son importantes! Pero la buena noticia es que usted tiene la capacidad de enfocarse en la Palabra de Dios y cambiar sus pensamientos a unos que le ayuden a crear el tipo de vida que desea.
Por ejemplo, si usted suele estar ansioso o preocupado, Filipenses 4 tiene la respuesta. El versículo 4 habla de regocijarse siempre en el Señor y los versículos 6 y 7 dicen que presenten sus peticiones a Dios con acción de gracias. Y en lugar de enfocarse en sus preocupaciones, el versículo 8 le dice que se concentre en: todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, admirable, excelente y digno de elogio.
Cuide de sí mismo espiritualmente mediante el alimento de la palabra de Dios y pasando tiempo en el culto y en la comunión con otros creyentes. Cuide de sí mismo físicamente, ya que las cuestiones de salud física y mala digestión pueden recibir una gran influencia de sus pensamientos y emociones.
Y cuide de sí mismo mentalmente a través de elegir enfocarse en cosas buenas.
¡Esta es una receta bíblica para vivir una vida de pensamientos y emociones saludables!