No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Filipenses 4:6 (DHH)
Al acercarse a Dios con su petición, hay dos cosas importantes para recordar.
La primera cosa que quiero que piensen es en el hecho de que Dios quiere absolutamente bendecirlo con lo mejor. Usted puede estar seguro de que no lo está molestando; él quiere que usted pida. Usted no tiene que pedirle que le ayude. ¡Él quiere hacerlo!
En segundo lugar, observe estas dos palabras en Filipenses 4:6: “Con acción de gracias.” Al hacer peticiones a Dios, es importante darle las gracias.
Todos apreciamos la gratitud. Lo mismo ocurre con Dios, pero esa no es la única razón por la que nos dice que lo hagamos. Cuando damos gracias a Dios, usted prepara su corazón para lo que él quiere darle. Usted llega a él con humildad, recordando lo maravilloso y sorprendente que él es. Este reconocimiento también provoca otra respuesta: la fe.
La fe dice “gracias” antes de que aparezca la solución.
Si usted ha dado su vida a Jesús y está orando por algo que es la voluntad de Dios, como por ejemplo, curación, prosperidad o gracia – usted puede darle las gracias por anticipado porque es algo que se da por hecho. Él ya le ha prometido esas cosas. Es como darle las gracias a un amigo de confianza por prometerle llevarlo a cenar. Usted dice “gracias”, porque sabe que se hará realidad.
Usted puede confiar en Dios que va a salir adelante. Cuando oren, digan algo como “Padre, gracias por enviar a Jesús para quitar mi enfermedad y dolencia. ¡Te estoy agradeciendo de antemano porque estoy curado, sano y completo!”