Y ella se fue de su lado, y cerró la puerta tras sí y de sus hijos; y ellos traían las vasijas y ella echaba el aceite. 2 Reyes 4:5 (LBLA)
En los últimos días, hemos estado discutiendo la historia en 2 Reyes 4, donde una viuda recibió un milagro que la salvó a ella y a sus dos hijos. Dios usó lo que ella tenía, un poco de aceite, para hacer un milagro increíble. El profeta Eliseo le ordenó que juntara todas las vasijas que pudiera, y mientras ella comenzaba a verter el aceite que tenía en estos recipientes, el aceite no dejó de fluir hasta que todas las vasijas se llenaron.
Una cosa que noto en esta historia es que cuando ella comenzó a llenar estas vasijas con el aceite, aquí dice que ella cerró la puerta. ¿Por qué la Biblia mencionaría este detalle? Creo que es porque cuando usted se relaciona con personas que influyen en lo que usted cree, esto tiene un efecto negativo en su fe.
Si usted mira la mayoría de los milagros de la Biblia, usted verá que el enemigo trató de detenerlos trayendo burlones. Cuando Noé construyó el arca, la gente venía a burlarse de él, pero Noé siguió creyendo. Debido a su fe, él pudo salvar a su familia.
Cuando en tiempos de crisis, hay personas que se ríen de su fe o se burlan de usted, mientras usted confía en obtener un milagro, está bien cerrar la puerta. Encuentre algo de tiempo para estar a solas con Dios, porque Su favor y Sus bendiciones son suyas en Cristo. 1 de Timoteo 6:12 habla de pelear la buena batalla de la fe. Rodéese de gente con fe, para que mientras usted permanece en medio de la tormenta, ellos puedan esperar con usted el cumplimiento de sus promesas.