Esta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo. No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios. 2 Corintios 3:4-5 (AMPC)
¿Alguna vez usted siente que no tiene lo que se necesita? Como creyentes, a menudo colocamos altas expectativas en nosotros mismos. Pensamos que tenemos que hacerlo todo, ser todo para todos, y hacerlo todo con una sonrisa.
En primer lugar, tenemos que darnos cuenta de que Dios nunca nos pide que hagamos todas las cosas para todas las personas. Él dijo que somos como partes de un cuerpo (Romanos 12:4). Necesitamos pasar tiempo en la Palabra de Dios y aprender a escuchar la guía del Espíritu Santo para saber qué tomar y qué dejar ir.
Al mismo tiempo, hay ciertas responsabilidades que todos compartimos como cristianos, pero éstas no necesitan abrumarnos. El Espíritu Santo está en nosotros, dándonos el poder, la habilidad y la fuerza que necesitamos para hacer todo lo que Él tiene para nosotros. Él está “efectivamente trabajando en usted [energizando y creando el poder y el deseo], tanto en la voluntad como en la obra para su placer, satisfacción y deleite” (Filipenses 2:13, AMPC). Usted todo lo puede en Cristo que lo fortalece (Filipenses 4:13).
Si usted no se siente lo suficientemente fuerte como para tener paciencia, para perdonar, para demostrar amor a las personas que lo frustran o para vencer la tentación, tenga en cuenta que usted no tiene que estarlo, no con su propia fuerza. ¡La fuerza de Dios está en usted!
Reclame estas promesas hoy: “Mi competencia proviene de Dios. El Espíritu Santo está trabajando en mí, dándome la energía, el poder y el deseo de vivir el camino de Dios. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.