Pero el Señor me ha dicho: «Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad.» Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 2 Corintios 12:9 (DHH)
Cuando usted atraviesa momentos difíciles, recuerde esto: usted puede vencer cualquier cosa que la vida traiga a su camino al creer confiadamente en lo que Dios le ha prometido.
Para caminar con fe, necesitamos entender la gracia. Cuando lo hacemos, ¡comenzamos a entender que tenemos todo lo que podríamos necesitar dentro de nosotros! Si usted ha entregado su vida a Cristo, la gracia de Dios es suya. No es algo que usted necesite ganar. La gracia es la misericordia y el favor de Dios en su vida, pero también es el poder y la habilidad que Él le brinda. Es Su provisión completa para cada área de su vida, incluyendo Sus bendiciones y la increíble fuerza y poder de superación que ahora hay en usted debido a su decisión de seguir a Jesús.
Si vivimos nuestra vida cristiana olvidando la gracia de Dios y el empoderamiento que Él nos ha dado, vamos a tener dificultades. Aunque esta gracia es nuestra, solo nos beneficiamos a través del conocimiento. Necesitamos recordar que podemos elegir mirar Su fuerza y poder en nosotros en busca de ayuda. De hecho, necesitamos hacerlo si queremos convertirnos en todo lo que Dios dice que podemos ser.
Hoy, reclamemos esto juntos. “Gracias, Padre, que puedo hacer todas las cosas a través de Cristo que me fortalece. Ayúdeme a recordar que nunca tengo que enfrentar los desafíos de la vida solo. Su gracia me proporciona su poder milagroso y transformador, y está dentro de mí, siempre disponible para ayudarme a caminar en cada situación”.