No Hay Necesidad de Fingir

Leon FontaineEntregate

Por eso confiésense unos a otros sus pecados (los resbalones, sus pasos en falso, sus delitos, sus pecados) y oren [también] unos por otros, para que sean sanados y restaurados [a un tono espiritual de mente y corazón]. La oración (sentida y continua) del justo es poderosa y eficaz [dinámica y trabajando].
Santiago 5:16 (AMPC)

¿Cuál es el problema con la confesión?

Santiago 5:16 dice que tenemos que confesar nuestras faltas, resbalones, pasos en falso, y delitos entre sí, pero ¿cómo obra esto en la vida cotidiana? ¿Necesitamos contarle al mundo cada vez que cometemos un error? ¿Llamar a alguien para confesar cada vez que cerramos a otro conductor en el tráfico? ¿Publicar una confesión sincera en las redes sociales cada vez que tenemos un mal pensamiento?

Santiago no está hablando sobre confesión en una especie de camino religioso. No es que tengamos que confesar todo pecado… u otras cosas. Lo que Santiago está hablando es tener la actitud correcta en la vida. En lugar de tratar de vernos perfectos y pretender ser lo que no somos, sólo tenemos que admitir cuando estamos equivocados. Debemos mantener una actitud humilde, dócil y estar dispuestos a ser auténticos sobre nuestros defectos y deficiencias.

Cuando somos auténticos unos con otros, podemos ir efectivamente uno junto al otro en la vida. Cuando compartimos nuestras luchas, podemos orar unos por otros, y como dice Santiago, ser sanados y restaurados.

Vamos a dejar de fingir que lo tenemos todo. ¡Seamos realistas! Y las serias, sinceras, continuas oraciones que hacemos por los demás no sólo serán un pequeño toque de poder disponible. Hará que el tremendo poder de Dios esté disponible, dinámico y trabajando, donde cada uno de nosotros más lo necesita.