Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti. Isaías 26:3 (DHH)
Aquello en lo que usted se enfoca, afecta en gran medida la forma cómo usted experimenta la vida.
Tome el dolor como ejemplo. Cuanto más nos centramos en el dolor, más dolor experimentamos y más este dolor controla nuestras vidas. Lo mismo es verdad con cada tentación y pensamiento negativo.
El dicho favorito de mi papá era: “No puedes evitar que las aves vuelen sobre tu cabeza, pero si puedes evitar que hagan nido en tu cabello”. En otras palabras, los pensamientos negativos vendrán, pero no tenemos que enfocarnos en ellos.
Si nos centramos en los pensamientos negativos, estos ocupan más espacio en nuestras vidas. Tal vez se trate de lo que alguien le haya hecho o de lo que usted haya hecho mal. Quizás es un diagnóstico que haya recibido. Si usted se enfocas en eso, ese pensamiento comenzará a afectar sus decisiones; le hará dudar, mantener la ofensa o vivir con miedo.
No digo que usted deba ignorar el problema. Hable con expertos y aproveche la ayuda que el mundo tiene para ofrecerle. Luego elimine los pensamientos de temor de su mente y elija enfocarse en la Palabra de Dios y Sus promesas, porque Su Palabra trae fe y vida.
Como creyente, usted está diseñado para caminar con el poder de Dios. No permita que su enfoque se centre solamente en la capacidad limitada de este mundo para ayudarlo. Usted es un hijo o hija de Dios que tiene Su Espíritu. ¡Usted puede permitir que su paz reine en su corazón mientras camina por la vida de manera victoriosa con la alegría del Señor como su fortaleza!