pero cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, recibirán poder y saldrán a dar testimonio de mí, en Jerusalén, en toda la región de Judea y de Samaria, y hasta en las partes más lejanas de la tierra. Hechos 1:8 (DHH)
¡El Espíritu Santo nos brinda muchos beneficios! En los próximos días, cubriremos doce. El primero en el que me gustaría llamar su atención es el poder que Él provee.
En Hechos 10:38, dice que Dios ungió a Jesús con el Espíritu Santo y poder. ¿Por qué es esto crucial? ¡Porque Jesús no realizó ningún milagro hasta que recibió al Espíritu Santo! Si Jesús necesitaba del Espíritu Santo para caminar con poder sobrenatural y con la provisión de Dios, entonces nosotros también lo necesitamos.
Es muy fácil quedarse atrapado simplemente sobreviviendo con nuestra propia fuerza y esfuerzo. Si bien es importante poner obras en nuestra fe, tomar acción cuando estamos creyendo en algo, ¡no podemos olvidarnos de Su poder que es nuestro en Cristo!
¿Qué tipo de poder provee el Espíritu Santo? La palabra griega para poder es “dunamis”, que se define como fuerza, poder y habilidad. Este poder dinámico, le da la capacidad de transformarse internamente, pero también es el poder de vivir su vida diaria de una manera sobrenaturalmente excelente y próspera, para vencer la tentación y los malos hábitos, para servir a Dios con pasión, para caminar en lo milagroso, y es el poder de Dios, que trabaja a través de usted, para beneficiar a los demás.
Como una nueva creación en Cristo Jesús, este poder reside en usted. Al leer los relatos del Espíritu Santo trabajando a través de los primeros creyentes, usted comenzará a entender al mismo Espíritu Santo que habita en usted. ¡Entonces comience a caminar en la fe y libere este poder para ver a Dios trabajando en y para usted!