¿Necesita Fuerza?

Leon FontaineEntregate

Con este fin trabajo [a menudo hasta el punto de agotamiento], y lucho fortalecido por el poder de Cristo que obra en mí.
Colosenses 1:29

¿Cuántas veces usted ha orado para recibir la fuerza de Dios? Como cristianos, a menudo pedimos a Dios que nos dé más de su poder, paciencia o resistencia. Pero ¿es así como los apóstoles oraron?

En el versículo de hoy, Pablo no dijo: “¿Estoy trabajando y esforzándome, Padre, podrías por favor enviarme más de tu poder y energía?” No, él dijo, “Estoy luchando con el poder y la energía de Dios, que por cierto, ¡trabaja grandemente dentro de mí!” (Mi paráfrasis). Pablo no pidió a Dios más fuerza; él confiaba en la fuerza que ya estaba en él en Cristo.

En Hechos 3: 6, cuando Pedro se encontró con un mendigo lisiado, no dijo, “Padre, por favor, sana a este hombre,” o “Por favor, dame el poder de curar a este hombre.” Él dijo, “no tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!” Pedro confiaba en el poder sanador que había en él en Cristo.

No estoy diciendo que sea malo orar para tener fuerza, pero note como lo hizo Pablo en Efesios 3:16: “Le pido que, por medio del espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser”. (NKJV).

Usted no necesita orar para tener fuerza como si fuera algo que usted tiene que pedir para que baje del cielo. Como creyente, esta fuerza está en usted por el Espíritu Santo, y no hay escasez de ella. Está de acuerdo a las riquezas de la gloria de Dios, que no tienen fin, ¡por lo que en él, usted tiene más fuerza de la que siempre necesitará!