»Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. Juan 15:7 (DHH)
En los últimos días hemos estado hablando acerca de los beneficios de la meditación, y hoy cubriremos otro. La meditación bíblica le ayuda a desarrollar una vida fuerte de oración.
Cuando meditamos continuamente en la Palabra de Dios, esta vive en nosotros, sus principios y promesas permanecen en nosotros. Mantenemos nuestros corazones llenos de Su palabra y fe. Luego, cuando llega el momento de cumplir esas promesas, reclamarlas por fe u orar por alguien, Jesús dice que nos será dado. Oramos con confianza, porque sabemos quiénes somos y lo qué es nuestro en Cristo.
Necesitamos meditar diariamente en la Palabra de Dios porque el miedo nos empuja. De hecho, el miedo es realmente solo meditación bíblica a la inversa. Si alguien dice que podría perder su trabajo, vienen a su mente imágenes de deudas. En lugar de enfocarse en las promesas de Dios y su bondad, la mente se enfoca en el peor de los casos.
Por otro lado, usted podría imaginar un gran futuro basado en las promesas de Dios, y entonces el Espíritu Santo le ayudará a obtenerlo. La Biblia llama a eso ver con los ojos de la fe. Incluso si usted perdió su trabajo, aún puede verse a sí mismo teniendo éxito, ya sea manteniendo ese trabajo o logrando una oferta mejor, usted puede verse en una posición de influencia con unas buenas finanzas que le permiten ser una bendición para quienes lo rodean.
La meditación bíblica se basa en la imaginación. Nosotros podemos imaginarnos lo mejor de Dios, o podemos imaginar lo peor; es nuestra elección. De cualquier manera, estamos imaginando algo. ¡Imagine las promesas de Dios y desarrolle una vida de oración fuerte y llena de fe!