Yo estaré contigo así como estuve con Moisés, sin dejarte ni abandonarte jamás. Ten valor y firmeza… Josué 1:5-6 (DHH)
Las personas a menudo diagnostican mal los problemas causados por el miedo. Ellos asumen que debido a que no sufren de una fobia o algún otro tema claramente relacionado con el miedo, no tienen miedo.
Sin embargo, los problemas comunes como la preocupación, la ansiedad, y el mal humor son con frecuencia síntomas del miedo. Aquellos que están estresados, abrumados o tienen problemas para concentrarse también pueden vincular este problema con el miedo. Incluso las náuseas, problemas digestivos, dolores de cabeza, tensión muscular y muchas enfermedades físicas suelen estar relacionadas con el miedo.
Debido a que el miedo es tan destructivo y es un problema muy común, la Biblia tiene mucho que decir al respecto y cuenta muchas historias de hombres y mujeres que se enfrentaron al miedo y lo superaron. En cada historia, usted notará una cosa, ellos eligieron ser valientes a pesar de su miedo. Superar el miedo es una elección.
Santiago 2:20 nos dice que la fe sin obras es una fe muerta. La valentía es la acción correcta en medio de una situación difícil. Es sentir el miedo, pero moverse de todos modos. El miedo lo mantendrá paralizado hasta que usted tome acción. Lo gracioso del valor es que usted nunca se siente valiente hasta que se decida a seguir avanzando. Aunque el miedo con frecuencia tratará de presionarlo, los sentimientos de fortaleza vendrán una vez que usted se haya enfrentado, no antes.
Nunca olvide que usted no se enfrenta solo al miedo. Dios lo fortalece, le da sabiduría y le proporciona una paz abrumadora en cualquier circunstancia.