Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, y la retienen; y como perseveran, producen buena cosecha.
Lucas 8:15 (NVI)
Muchas personas usan el Año Nuevo como un punto de partida para abandonar viejos hábitos.
Las multitudes que estaban en los centros comerciales hace unas semanas pronto se reunirán en los gimnasios y redactarán sus resoluciones para salir de deudas, mejorar sus relaciones o superar las adicciones. Desafortunadamente, el cambio que sucede a menudo es sólo temporal, y a pesar de las mejores intenciones que hay en las personas, ellos vuelven a su viejo estilo de vida.
Esto se debe a que ellos se enfocaron en hacer cambios externos en actitud o comportamiento mientras pasaban por alto los cambios necesarios en el interior. Pero para hacer cambios permanentes, es necesario profundizar. La psicología moderna llama a esta parte más profunda, el subconsciente; La Biblia lo llama su corazón.
Si su corazón está lleno de creencias que conducen a una baja autoestima, malos hábitos y pensamientos destructivos, usted tendrá dificultades para subir a un nivel superior porque cada vez que intenta cambiar, sus creencias del corazón lo empujarán hacia abajo. Por otro lado, si usted quiere hacer cambios duraderos y superar la adicción, la depresión, la baja autoestima o cualquier otra cosa que esté causando un comportamiento autodestructivo, usted debe ser más exigente con respecto a lo que usted siembra en su corazón.
Cuanto más usted medite en la Palabra de Dios y escuche o lea la enseñanza bíblica, más llenará su corazón de grandes creencias que lo llevarán a tener grandes resultados.
Este año, vaya más allá de las resoluciones. Plante la Palabra de Dios en su corazón y cree un cambio duradero.