Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor.
Efesios 6:10 (NKJV)
En los últimos días hemos estado hablando sobre el poder de la resistencia positiva, nosotros como creyentes estamos facultados para resistir lo que no viene de Dios. Pero, ¿qué sucede cuando hemos estado resistiendo algo durante mucho tiempo, enfermedad, resentimiento o cualquier otra cosa que se opone a lo que se nos prometió en Cristo?
La respuesta se encuentra en el versículo de hoy. Usted es fuerte en el Señor, y en el poder de su fuerza, así que usted puede seguir resistiendo todo el tiempo que sea necesario.
Cuando usted empieza a confiar únicamente en su propio poder, su propia energía y su propia mente, es cuando usted empieza a querer renunciar. Entre en la Palabra de Dios y comience a reconocer que usted puede hacer todas las cosas en Cristo que lo fortalece; el Espíritu de Dios está en usted.
La Biblia nos enseña que la presencia y el poder de Jesucristo están en nosotros, como creyentes. Cuando usted resiste algo que no es de Dios, Su poder fluye a través de usted para ayudarle a resistirlo; cuando usted se somete a Él y a Su Palabra, usted se somete a Su poder. Usted se está dando cuenta de quién es en Cristo, y esto le ayudará a resistir al enemigo y someterse a Dios.
Cuando usted se somete a Dios, se somete a Su Palabra, Sus promesas, Su manera de pensar, y esto le da poder. Usted se somete a Su Palabra primero, y luego obtiene Su poder para resistir. Usted puede comenzar con fuerza de voluntad, pero recuerde que la presencia y el poder de Dios están en usted. Una vez que usted empiece a resistir, puede contar con el hecho de que Jesucristo en usted destruye las obras del diablo. Usted tendrá más energía de la que necesitará.