Considero que los sufrimientos del tiempo presente no son nada si los comparamos con la gloria que habremos de ver después. Romanos 8:18 (DHH)
¿Una perspectiva apropiada de la vida, le trae alegría?
¿Alguna vez ha hecho cola detrás de alguien que estuviera enfadado antes de llegar a la caja? Primero, no consiguieron estacionar en el lugar que querían. Luego, tomaron un carrito de compras con la rueda tambaleante, y ahora se están volviendo locos con la cajera adolescente porque ella les dio el cambio equivocado.
Cuando no estamos contentos, con frecuencia es porque nos hemos enfocado en los problemas y estamos viendo las cosas en blanco o negro (o es un problema, o no lo es). Pero manejar la vida desde una perspectiva pequeña, a menudo enfocado en uno mismo, alimenta el descontento. Cuando elegimos un enfoque más externo, basado en la solución, donde estamos dispuestos a ver tonos color gris, somos más felices. Al elegir mantener la perspectiva en medio de los problemas, no perdemos de vista el panorama general de la vida.
A decir verdad, nadie pasa de puntillas sobre tulipanes todos los días. Todos tenemos que tratar con personas a quienes les gusta meterse en la fila, con inconvenientes y dolor. Pero saber que tenemos a Jesús y un futuro increíble y celestial debería corregir nuestra perspectiva. Usted podría estar molesto, pero luego escucha acerca de alguien que perdió a su cónyuge, y esto hace que usted reconsidere lo que es realmente importante. Tal vez mientras usted corre al trabajo porque va tarde, se encuentra con un accidente grave, y entonces recupera la perspectiva y disminuye la velocidad para llegar allí de manera segura.
El tener una “mentalidad que le permita ver el panorama general” y el recordar su valor eterno, le ayuda a llevar una vida más plena y alegre. Cuide las cosas, pero no se preocupe innecesariamente por las cosas pequeñas. Su vida tiene un gran propósito y un Dios aún más grande. ¡Disfrute de eso!