En todo caso, que cada uno de ustedes ame a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete al esposo. Efesios 5:33 (DHH)
Dios hizo a los hombres y mujeres especialmente diferentes. Nos complementamos perfectamente, pero por las diferencias que tenemos, se requiere de esfuerzo para lograr entendimiento mutuo.
Hoy cubriremos tres necesidades comunes del hombre:
- Admiración. Los comentarios con crítica lo desmoralizan y hacen que se aparte de la relación, pero su confianza se dispara cuando se comunica admiración.
- Autonomía. La mayoría de los hombres necesitan mantener un sentido de independencia y tener la oportunidad de pensar, concentrarse y resolver problemas. Deben poder ir a su “cueva”, un lugar que no implica hablar o recibir consejos sobre posibles soluciones.
- Actividades compartidas. Jugar golf o salir a ver un partido de béisbol puede no ser una idea de diversión para una mujer, pero participar en estas actividades fomenta la intimidad con el hombre. La intimidad de las mujeres con frecuencia se basa en hablar, mientras que los hombres prefieren la actividad. Cuando usted lo acompaña, él se siente importante.
Siempre hay excepciones a la regla, pero estas tres características simples son comunes en la mayoría de los hombres. Ya sea usted hombre o mujer, usted puede tener en cuenta estos rasgos, ya sea para conocerse mejor usted mismo o para conocer mejor a los hombres con los que usted comparte su vida.