Alaben al Señor, ustedes sus ángeles, paladines que ejecutan su palabra y obedecen su mandato.
Salmo 103: 20 (NVI)
Ayer discutimos sobre cómo los ángeles obedecen la Palabra de Dios. La realidad es que, cuando usted declara las promesas de Dios sobre su vida con fe, ¡los ángeles van a hacer su labor!
Cuando usted declara las promesas de Dios, que son suyas como un creyente por causa de Jesús, usted está de acuerdo con lo que se le ha prometido. En la medida en que usted empieza a creer, usted comienza a caminar en esas promesas para su vida.
Usted no recibe las promesas de Dios sólo porque Jesús murió por ellas. Usted tiene que creer que son suyas, reclamarlas y luego caminar en ellas. Lo mismo ocurre con el hecho de ser un miembro de la familia de Dios. Jesús murió para que pudiéramos ser hijos de Dios, pero no nos convertimos en sus hijos automáticamente. Necesitamos aceptar a Jesús como nuestro Salvador creyendo que murió por nuestros pecados y confesándolo como nuestro Señor. Esto es lo que hace que ocurra el mayor milagro: el milagro de una nueva vida en el interior de ustedes.
De manera similar, las promesas de Dios son suyas, pero usted necesita creer en ellas y reclamarlas como suyas. Y mientras usted declara esas promesas sobre su vida con fe, usted empieza a caminar hacia ellas en su vida.
Dios puede usar ángeles para establecer situaciones que traigan esas promesas. Pero también puede utilizar otros medios. Podría traer a su camino a la gente que usted necesita. Él podría abrir oportunidades para usted o darle grandes ideas que usted puede implementar.
Usted no sabes cómo sus promesas van a hacerse realidad, pero no se preocupe por eso. ¡Simplemente siga declarando las promesas de Dios con fe, y luego tome medidas para empezar a caminar en ellas!