Ahora pues, como colaboradores en la obra de Dios, les rogamos a ustedes que no desaprovechen la bondad que Dios les ha mostrado. Porque él dice en las Escrituras: «En el momento oportuno te escuché; en el día de la salvación te ayudé.» Y ahora es el momento oportuno. ¡Ahora es el día de la salvación! 2 Corintios 6:1–2 (DHH)
En los últimos días, hemos estado discutiendo las preguntas comunes que surgen sobre la fe cuando leemos una promesa de la Palabra de Dios. Cuando nos encontramos con algo que Dios nos ha prometido, primero debemos responder a la pregunta: “¿Es esta, una promesa para mí?” En segundo lugar, debemos responder: “¿Dios cumple Su palabra?” Si usted se perdió los últimos dos devocionales, yo lo alentaría a leerlos para fortalecer en su mente el hecho de que Dios lo califica para cada promesa y que Él nunca se retracta de Su Palabra.
Hoy cubriremos la tercera pregunta que comúnmente hacemos cuando leemos una de las promesas de Dios: “¿Lo cumplirá Dios AHORA?”
Para tener fe, necesitamos saber CUÁNDO Dios está dispuesto a cumplir la promesa. Si prometo llevarlo a cenar algún día, es probable que usted no comience a hacer planes. Pero si prometo llevarlo hoy, es una historia diferente.
Si usted necesita un milagro, creer que Dios lo hará algún día no es fe. Esta creencia puede costarle su milagro, porque usted nunca sabrá cuándo será Su voluntad. Según 2 Corintios 6:2, ¡ahora es el momento!
La fe es tiempo presente. Cuando usted encuentra una promesa de Dios en Su Palabra, declare que es suya hoy. Mire con los ojos de la fe. Véalo cumplido en su vida hoy.