No tengas miedo, pues yo estoy contigo; no temas, pues yo soy tu Dios. Yo te doy fuerzas, yo te ayudo, yo te sostengo con mi mano victoriosa. Isaías 41:10 (DHH)
Si alguna vez usted ha luchado contra la depresión, usted sabe lo debilitante que puede ser. Pero la Palabra de Dios tiene mucha esperanza para aquellos que están luchando contra este problema tan común.
Como mencioné ayer, a menudo necesitamos mirar las causas naturales, médicas y emocionales para superar la depresión. Además de esto, la Palabra de Dios contiene potentes promesas que traen esperanza y sanación.
Si usted está agitado y ansioso, aférrese al versículo de hoy: Dios siempre está conmigo. Él me está fortaleciendo y ayudando en cada paso del camino. Si usted está perdiendo la esperanza y siente que nada cambia, aférrese a Jeremías 29:11: Tus planes son para prosperarme y no para hacerme daño. Tú me das esperanza y un gran futuro.
Si usted se irrita fácilmente y se siente mal porque ha atacado a la gente que ama: Padre, ayúdame a tomar conciencia de la fortaleza que tú has puesto en mí, porque tú me das el poder de ejercer todo tipo de resistencia y paciencia con alegría (Colosenses 1:11). Y gracias por amarme, incluso cuando cometo errores.
Y si el mundo entero se ve gris y tiene la impresión de que no puede disfrutar de las cosas como antes: Padre, gracias porque tú me diriges y me guías, y me has dado todo lo que necesito. Yo puedo descansar en tu protección. Tú refrescas mi alma. Me guías por los caminos correctos. Incluso cuando sienta que estoy caminando por el valle más oscuro, no temeré mal alguno, porque tú siempre estás conmigo, consolándome, confortándome, fortaleciéndome y amándome… por siempre (Salmo 23).