Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien para hacer lo que hoy vemos: para salvar la vida de mucha gente. Génesis 50:20 (DHH)
En los últimos días, hemos estado hablando de orar por aquellos que se han apartado de su relación con Dios. Ya sea que estemos hablando de un adolescente rebelde que perdió interés recientemente o alguien que se alejó de Dios hace años, siempre hay esperanza, y nuestras oraciones son poderosas cuando se trata de llevarlos a una relación cercana con Dios.
A veces las personas se alejan de Dios después de pasar por una circunstancia difícil: una tragedia, un fracaso o una muerte en la familia. Esto puede deberse a que se les ha enseñado que Dios orquestó esa tragedia para enseñarles algo, lo cual no es cierto.
Dios no envía dolor y angustia a nosotros. Sus planes para nosotros son todos buenos. Él nos enseña a través de Su Palabra y a través de Su Espíritu en nosotros, pero no a través de quitarnos a nuestros seres queridos o aplastar nuestros sueños.
La gente malinterpreta Romanos 8:28, que dice que Dios dispone todas las cosas para nuestro bien. Ellos piensan que si algo bueno sale de la tragedia, debe haber sido idea de Dios. El versículo de hoy dice algo diferente. Alguien más que Dios planea el mal contra nosotros, sin embargo, Dios puede usar esos mismos planes para bien.
Si usted conoce a alguien que se ha alejado de Dios porque cree que Dios le envió dolor y angustia, ore para que usted pueda compartir la verdad: ¡que Dios lo ama infinitamente! Él es el Padre perfecto, y aunque no puede prometer que no atravesaremos problemas en este planeta imperfecto, Él siempre está con nosotros contra las tormentas que se nos presentan.