Entonces nuestra boca y nuestros labios se llenaron de risas y gritos de alegría; Salmos 126:2 (DHH)
¿Sabía usted que tener un buen sentido del humor es una cualidad divina?
Dios nos diseñó como Él, y déjeme decirle que Dios tiene un gran sentido del humor. Desafortunadamente, la religión legalista parece retratar a Dios como un gruñón miserable, viejo y sin humor. ¡Pero ese no es nuestro Dios! Después de todo, si tenemos sentido del humor, ¿de dónde cree usted que lo obtuvimos? ¡De nuestro Creador, a quien también le encanta reír! (Ver Salmo 2)
Recuerdo que mi esposa Sally me contaba sobre un programa de televisión que a ella le gustaba ver, sobre un pequeño en silla de ruedas. Él tenía doce años y unos cuatro años más de esperanza de vida debido a su enfermedad, pero lo que realmente la impactó fue lo feliz que vivía. A pesar del dolor constante y las luchas que enfrentaba a diario, escribía poesía, se reía, bromeaba, tomaba del pelo y alentaba a todos los que lo rodeaban.
Observe que el humor cambia la forma en que vemos las cosas. No significa que veamos todo como divertido, pero podemos desarrollar la capacidad de reír y ver el humor a pesar de los problemas.
Ya sea que estemos en medio de una crisis a corto plazo o que estemos lidiando con algo que puede llevarnos años, el regalo de Dios para nosotros es Su presencia y alegría constantes. Él nos ha dado la capacidad de reír y encontrar humor en situaciones, porque nuestra fuente de alegría no son las cosas ni nuestras circunstancias. La alegría proviene de la presencia de Dios dentro de nosotros y de interiorizar la Palabra de Dios para que podamos vivir plenamente, haciendo que nuestros matrimonios prosperen, criando a nuestros hijos sabiamente y sobresaliendo en el lugar de trabajo.
¡Afrontar la vida con sentido del humor, aligera toda su perspectiva!