Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. 2 Corintios 9:8 (DHH)
¿Alguna vez ha sentido que todo va mal en su vida?
Yo he pasado por momentos como este y, a veces, lo he reconocido como un ataque del enemigo. Si esto le está sucediendo, usted no necesita preocuparse. La Biblia dice que si usted se resiste al enemigo, este huirá y usted podrá reclamar las promesas de Dios.
No hay necesidad de temer al enemigo. Solo debemos ser conscientes para no someternos a sus esquemas. No se someta a los problemas financieros que vienen en su contra. La sabiduría de Dios está a su disposición para todas las áreas de su vida. Usted puede reclamar Deuteronomio 8:18 que dice que usted tiene el poder de obtener riqueza, y puede declarar que cualquier ataque contra sus finanzas se detiene, en el nombre de Jesús. Usted también puede declarar que cabalgará sobre los lugares altos de la tierra (Isaías 58:14) y caminará en la bendición de Dios (Gálatas 3:14).
Si siente dolor, recuerde que el propósito del dolor es advertirle cuando las cosas van mal. No debe ser una plaga continua. El enemigo quiere provocar dolor porque el dolor mina su energía y su alegría, pero usted no tiene que aceptar ese dolor. Diga: “Dolor, te ordeno a ti y a la misma causa por la que estás, que te vayas. Me resisto a esto en el nombre de Jesús. Cuerpo, yo declaro sanidad y vida para ti en el nombre de Jesús. ¡Gracias Padre!”
Siempre que las cosas vayan mal, recuerde que usted como creyente tiene la autoridad para resistir los ataques del enemigo. Siga reclamando las promesas de Dios y recuerda que son suyas en el nombre de Jesús.