Pero el Señor le respondió diciendo, Marta, Marta, estás ansiosa y preocupada por muchas cosas. Lucas 10:41 (DHH)
Es asombroso cómo podemos perder fácilmente el control de nuestra vida si no tenemos cuidado. Nuestra lista de “cosas por hacer” parece alargarse y estamos constantemente preocupados por arreglar, limpiar, organizar y mantener. Podemos terminar en un estado de estrés constante, sin poder tener un momento para disfrutar y relajarnos.
La mayoría de nosotros no consideramos que cada cosa nueva en la vida requiere un nuevo nivel de gestión. Cuando nuestros ingresos aumentan, más dinero significa más administración. Si compramos nuevas cosas para nosotros mismos (un bote, un segundo automóvil, una cabaña), nos cuesta tiempo y esfuerzo mantenerlos.
Si no tenemos cuidado, dedicaremos todo nuestro tiempo a cuidar nuestras cosas, ignorando el panorama general. Podemos estar tan ocupados manejando nuestras bendiciones que no tenemos tiempo para Aquel que nos bendijo en primer lugar con todo lo que tenemos.
No estoy diciendo que usted no deba administrar sus responsabilidades; sólo tenga en cuenta la imagen más grande. ¿Hacia dónde se dirige su vida? ¿Qué es lo que usted valora?
Si usted está esperando el momento en que todo en su lista de “cosas por hacer” se haga para enfocarse en lo que usted valora, nunca sucederá. No permitamos que el manejo de las cosas nos consuma demasiado.
La mejor parte de la vida no son nuestras pertenencias, un bonito patio y la casa limpia. Es la familia que vive en ella.