Y Él me dijo: “TE basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.” Por tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que el poder de Cristo permanezca sobre mí.
2 Corintios 12:9 (NKJV)
Sabiendo todas las cosas que usted ha hecho mal, ¿Alguna vez cuestiona si Dios quiere o no bendecirlo?
La verdad es que, cuando Jesús murió y resucitó, Él clavó las acusaciones del diablo contra nosotros a la cruz. El diablo siempre está tratando de hacer creer a los creyentes que Dios está enojado o está rechazándolos, pero no es cierto. Si usted ha dado su vida a Cristo, Dios lo acepta. Él lo ama. Él está para usted y Él quiere una relación con usted.
Incluso si usted tiene arruinada su vida, no hay nada del diablo en usted.
No tiene donde apoyarse cuando trata de condenarlo o trata de convencerlo de que usted merece la enfermedad o la vergüenza o cualquier otra maldición de la ley. Usted está justificado con Dios y tiene derecho a todas las promesas porque Jesús está justificado con Dios, Él ganó todas las bendiciones, y usted está en Cristo.
Cuando Jesús murió en la cruz, toda ley que alguna vez fue rota fue clavada en esa cruz y Él tomó las consecuencias que la acompañaban. Él murió en nuestro lugar y tomó todas las maldiciones de la ley que usted y yo merecemos, por lo tanto, Él cumplió la ley.
Usted no tiene que tener un historial perfecto para recibir un milagro o para caminar en las bendiciones de Dios. Usted simplemente debe confiar en el cumplimiento de la ley, cuyo nombre es Jesús. ¡Su gracia es todo lo que usted necesita para experimentar las promesas de Dios!