Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas. Salmo 34:19 (NKJV)
La vida puede ser dura. Siempre que usted se enfrente a una situación difícil, especialmente cuando usted no crea que puede manejarla, recuerde que tienes un Dios Padre que lo ama. Él quiere enseñarle, darle poder, consolarlo cuando tenga un día difícil y animarlo mientras usted construye su vida.
¡La fuerza de Dios es suya! Él está en usted, dándole poder para asumir nuevos desafíos. Y, como un padre que permanece debajo de su niño pequeño cuidándolo mientras que aprende a subir las escaleras, Dios está siempre de pie, listo para ayudarnos a recoger las piezas si caemos.
Nos enfrentaremos a luchas en esta vida, pero tenemos la mejor ayuda. Dios nos envuelve con sus brazos, nos conforta a través de tiempos difíciles, nos anima y nos capacita para asumir incluso aquellos retos que parecen demasiado difíciles. Así es Dios.
Al mismo tiempo, Dios quiere que nos esforcemos. Mientras trabajamos duro, crecemos y aprendemos, Dios trabaja dentro de nosotros todo el tiempo. No se trata de confiar en nuestra propia fuerza hasta que se acabe y luego involucrar a Dios. Hacemos lo que podemos y seguimos confiando en que el poder y la habilidad de Dios están en nosotros.
La próxima vez que usted esté teniendo dificultades, recuerde que su Padre Dios está con usted todo el camino. Él lo envuelve con Sus brazos para consolarlo y Él lo anima, pero Él también le ha dado poder. Usted puede estar fuerte y hacer lo correcto. Usted puede estar tranquilo cuando todo parece fuera de control y superar todas las situaciones con Su paz.