Pues les aseguro que si alguien le dice a este cerro: “¡Quítate de ahí y arrójate al mar!”, y no lo hace con dudas, sino creyendo que ha de suceder lo que dice, entonces sucederá. Marcos 11:23 (DHH)
En los últimos días, hemos estado en una serie sobre la conexión entre la gracia y la fe. Hemos hablado acerca de cómo la Palabra de Dios construye la fe y reemplaza las mentiras que amenazan con apartarnos de lo mejor de Dios. También nos hemos referido al hecho de que tenemos que declarar las promesas de Dios sobre nuestras vidas para comenzar a confiar en ellas. ¡Esto es poderoso!
Nosotros como creyentes necesitamos declarar la Palabra de Dios todos los días, porque el propósito es doble: plantar la Palabra de Dios en nuestros corazones para que sepamos que estamos calificados para cada promesa en la Biblia, y reclamar esas promesas; declarar nuestra victoria sobre las montañas de problemas que tenemos en nuestra vida.
Hoy, me gustaría cubrir un aspecto más importante para caminar en la gracia y en la fe. Necesitamos tomar medidas basados en lo que creemos.
Si usted cree en la prosperidad y necesita un trabajo mejor remunerado, es importante reclamar esa promesa, pero no se quede ahí. Salga afuera y solicite trabajo, porque la fe sin obras está muerta.
Cuando usted toma medidas basado en su fe, libera esa fe continuamente. Usted no toma acción para ganar nada de Dios, y no está diciendo que tiene que manejar las cosas por su propia cuenta porque no confía en Él.
¡Tome acción porque usted cree que tiene el poder de lograr todo lo que Jesús ha provisto por Su gracia!