Uno podrá decir: «Tú tienes fe, y yo tengo hechos. Muéstrame tu fe sin hechos; yo, en cambio, te mostraré mi fe con mis hechos.» Santiago 2:18 (DHH)
Su fe no es su trasfondo denominacional. Tampoco es lo mismo que creer, aunque con frecuencia intercambiamos las dos palabras. La fe es más que la creencia.
Creer en algo no significa que usted tenga fe. Satanás cree en Jesús, pero él no tiene fe. La fe requiere acción. La fe, lo que usted cree y las acciones correspondientes que usted toma como resultado de lo que cree, es lo que trae el poder de Dios a su vida.
Permítame darle un ejemplo, cuando el hombre se convence de que Jesús murió y resucitó para salvarlo, hace algo diferente. Él expresa su compromiso de seguir a Jesús… lo que demuestra fe. Lo que él cree le hace actuar y esto libera poder en su vida. Su espíritu es hecho nuevo de forma milagrosa.
Simplemente creer que Jesús existió no es fe. Fe es hacer algo en respuesta a esa creencia.
Si usted cree que Dios sana, eso de por sí, no es fe. Cuando usted estudia la Palabra de Dios para estar completamente convencido de que Dios LO SANARÁ, es una historia diferente. Usted actúa reclamando su sanación verbalmente. Usted se imagina curado. Comienza a actuar de manera diferente. Puede volver a visitar a su médico para solicitar más pruebas o comenzar a mover la parte del cuerpo que una vez lo limitó. En cualquier caso, usted toma acción… ¡y eso es fe!
Hoy espero dejarle un pensamiento; la fe es creencia con acción. ¡Para activar su fe, usted necesita actuar!