Luego tomó su bastón en la mano, escogió cinco piedras lisas del arroyo, las puso en su bolsa de pastor. Luego, honda en mano, se acercó al filisteo. 1 Samuel 17:40
Dios quiere usar lo que usted tiene en su mano.
Ayer hablamos de Moisés, y de cómo Dios usó lo que estaba en su mano (sus habilidades y experiencia) para propiciar lo milagroso. Pero Moisés no es el único ejemplo bíblico de este principio.
Cuando David desafió a Goliat, Dios le dio poder para usar la honda que estaba en su mano para derribar al ejército filisteo. El rey Saúl trató de darle a David su armadura y arma, pero David no necesitaba tratar de ser otra persona para ganar. Salió a pelear como lo que era, un pastor, y Dios lo fortaleció a través de las habilidades, experiencia y recursos que tenía. Si David hubiera sido un lanzador de jabalina, Dios habría usado la jabalina. Si hubiera usado un arco y una flecha, Dios habría usado el arco y la flecha.
Dios puede usar lo que esté en sus manos.
Piensa en Esther. Ella era tan hermosa que el rey la quería, y Dios le dio poder para usar esa belleza para salvar a toda la raza judía. ¿Y qué hay de Sansón? Cuando no tenía más que la quijada de un asno en la mano, exterminó a más de mil soldados filisteos. Dios usó lo que estaba en su mano.
¿A qué tiene usted acceso? ¿Qué áreas usted ya conoce? Dios usa lo que usted tiene en la mano. Utiliza sus habilidades y recursos para lidiar con los problemas de la vida y llevarlo a su siguiente nivel.